Real Food

Como sociedad nos atraen las nuevas tendencias, a veces, estas no son más que corrientes del pasado con ligeras modificaciones, todo adornado con un acrónimo con gancho, que suene bien en nuestra mente al leerlo y decirlo.

Pensareis… ¿ A qué viene esta introducción?

Pues bien, al hilo de estas nuevas tendencias nace una llamada “Real Food”, la cual, a su manera, promulga las bondades de lo que sería una dieta mediterránea tradicional, apoyándose en que cuanto más cerca estemos del sector primario, la agricultura y la ganadería, mucho mejor.

¿Qué es la real food?

La real food se fundamenta en la adquisición de una dieta y un estilo de vida saludable, en el cual se ha de generar en la persona cierto rechazo a los productos industrializados, acercarse más al sector primario y menos al secundario, intentar consumir la materia prima, los alimentos, los cuales estén menos alterados, que se parezcan mas a su composición original.

La real food quiere que nos paremos a reflexionar sobre la procedencia del producto y su método de obtención, concienciando al usuario de que los alimentos no son solo calorías y nutrientes, son mucho más.

Existen ciertos ingredientes y aditivos ( conservantes, saborizantes, estabilizadores, colorantes…) ampliamente usados en la industria alimentaria, los cuales suponen un riesgo por su carácter obesógeno y relativamente tóxico.

En resumen, real food nos invita a ingerir comida real y a evitar los ultraprocesados.

¿Cuánta comida ultraprocesada es la tolerable?

Es simple, cuanto menos mejor. No obstante, existe el concepto “90-10”, que indica el % de comida real frente al de comida procesada que se recomienda, lo cual marcaría una pauta medible a la hora de confeccionar una dieta.

Siempre se pueden hacer buenas elecciones, comer fuera de casa o acudir a un evento especial no debería ser un gran impedimento si tenemos claro que le sienta bien al cuerpo y que le sienta peor.

¿Qué alimentos puede comer un real fooder?

Dividiremos los alimentos en tres grupos:

Alimentos reales, alimentos procesados buenos, estos dos primeros son los recomendados, y alimentos ultraprocesados, los malos, no recomendados. No nos gusta la palabra prohibir o prohibidos, ya que lo prohibido atrae…

Dentro de alimentos reales encontramos aquellos ínfimamente procesados, que el tratamiento industrial apenas ha alterado la composición o que no se han generado sustancias negativas para la salud.

Estos son:

Verduras, hortalizas y frutas, frutos secos, legumbres, pescado y marisco, tubérculos, cereales 100% integrales o de grano entero, huevos, carnes sin procesar, leche fresca, hierbas, especias y semillas, café e infusiones.

Los buenos procesados los componen los productos basados en alimentos reales, en los cuales para su consumo, se ha realizado un proceso artesanal o industrial beneficioso para el aprovechamiento de los nutrientes, tanto por retirada como por adición de algún ingrediente, que junto a algún tratamiento industrial específico, conseguimos facilitar o mejorar su ingesta, así como hacerlos más seguros o duraderos en el tiempo.

Estos son:

Aceite de oliva virgen extra, leche UHT, yogures y lácteos fermentados, panes integrales 100%, chocolate negro o cacao en polvo >70%, gazpacho envasado, legumbres de bote, pescado enlatado, bebidas vegetales sin azúcares añadidos, jamón ibérico de bellota, sushi, comida real congelada: frutas, verduras, pescado… y comida real envasada al vacío.

Los alimentos ultraprocesados son el grupo a evitar, son alimentos cuya composición natural se ha visto fuertemente alterada pasando a ser “productos o preparados alimentarios”, en muchos casos la relación calorías-nutrientes es mala, contienen alto contenido de grasas saturadas, azúcar y aditivos alimentarios.

Favorecen la aparición de enfermedades relacionadas con la alimentación (obesidad, enfermedad cardiovascular, diabetes, cancer…).

Estos son:

Refrescos y bebidas azucaradas, zumos envasados, lácteos azucarados, bollería, panes refinados, carnes procesadas y embutidos, pizzas industriales, galletas y derivados, cereales refinados y barritas, precocinados y listos para calentar o freír, patatas fritas y snacks salados, dulces, chucherías y helados, productos dietéticos o de adelgazamiento, salsas comerciales y pescados procesados.

En pocas palabras, real food nos invita a llevar una alimentación más tradicional, menos artificial e industrializada, libre de alterantes que nos alejen de la naturaleza del alimento.

Real food, de la tierra a la mesa.

PÓDCAST: Aragón Radio

PROGRAMA: “Escúchate” del jueves 12 de septiembre de 2019

NUTRICIÓN: Real food.

LUIS GARCÍA RIOJA

 

 

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