Kéfir
Últimamente, la llegada de nuevos productos a los lineales de lácteos es algo cada vez más habitual.
Yogures funcionales, yogures enriquecidos en proteínas, leches fermentadas con fibra vegetal añadida… pero hay algo que destaca por su nombre… hoy os queremos presentar el kéfir.
Puede que para nosotros sea algo novedoso… pero la verdad, es uno de los productos lácteos más antiguos. Los musulmanes lo denominaban “los granos del profeta Mahoma” e incluso se castigaba con la pena de muerte a aquellos que osaran compartir su secreto con tribus extranjeras.
¿Qué es?
Es un producto lácteo parecido a la leche fermentada, la cual relacionamos en su máximo exponente con una marca que anunciaba a bombo y platillo que contenía l-casei inmunitas, una bacteria de la familia de los lactobacillus que supuestamente reforzaba nuestro sistema inmunitario. Con el tiempo, se han encontrado evidencias de que no es así de manera directa… Sin embargo, si que se ha detectado que mejoran la digestión del propio producto lácteo, sobretodo en poblaciones susceptibles a padecer intolerancia.
El kéfir es fruto de la fermentación de leche por la acción conjunta de bacterias, levaduras y hongos saprofitos. Estos se agrupan en nódulos que son desde donde comienza la actividad productora. Esta masa biótica se parece a una coliflor diminuta.
Valor nutricional
Empezaremos con el aporte energético, pues de 100 g de producto obtenemos entre 40 y 50 kcal.
Cerca del 90% de la composición es agua.
Contiene lactosa, principal azúcar, pero está “parcialmente digerida” por la masa biótica… gracias a la presencia de enzimas secretadas por estos microorganismos (beta-galactosidasa).
El aporte proteico es bueno, con un valor biológico alto. Destacamos el aporte de triptófano, así como de otros aminoácido esencial.
Tiene un estupendo aporte de calcio, magnesio y fósforo, genial para la masa ósea.
Rico en vitamina K y vitaminas del grupo B (B1, B5, B8, B9, B12).
Propiedades beneficiosas
Toda esta colección de nutrientes y la actividad microbiológica saludable dota al kéfir de capacidades funcionales interesantes:
– La primera, el mantener un buen funcionamiento de nuestra función digestiva y flora intestinal.
– Favorece las actividades metabólicas con el aporte de sustancias implicadas en funciones biológicas vitales. Mejora el bienestar.
– Refuerza el sistema inmunitario con la flora intestinal defensiva y las vitaminas del grupo B ( a destacar ácido fólico y cobalamina).
– Supuesta capacidad anticancerígena, contra el cáncer de colon. Aún se necesita más investigación, pero todo apunta en buena dirección.
Si aún no lo has probado, te animamos a hacerlo… no tienes nada que perder.
PODCAST: Aragón Radio
PROGRAMA: “Escúchate” del martes 10 de noviembre de 2020
NUTRICIÓN: El Kéfir.
LUIS GARCÍA RIOJA
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