La zanahoria
Hoy os traemos una hortaliza por todos conocida, popularizada por un simpático y carismático conejo animado… no hace falta que demos más detalles, el propio título del tema de hoy es una clara pista.
Esta hortaliza no es como las demás…
Lo que nosotros conocemos como zanahoria, la parte comestible, es la raíz de la propia planta.
El anaranjado color de esta hortaliza no solo la hace fácilmente reconocible en nuestros platos, sino que también nos está avisando de lo que podemos encontrar en su composición.
Estos pigmentos son los beta-carotenos, también llamados pro-vitamina A, nuestro cuerpo la transforma y la usa como antioxidante y protector de la degradación de la retina.
Si no habéis leído bien, necesitas más zanahoria en tu dieta, porque si, no era una falso mito, es buena para la vista.
Valor nutricional
Si retomamos lo antes mencionado, veréis que hemos dicho que la zanahoria es una raíz.
Ser un rizoma, convierte a la zanahoria en una hortaliza con una cantidad más alta en hidratos de carbono de lo que es común en este grupo de alimentos.
Esto es debido a que las raíces absorben los nutrientes del suelo y los transforman en “parte carnosa”, almacén energético para la producción de flores que salen al exterior en primavera y verano.
Composición
El componente mayoritario es el agua, las raíces absorben el agua de los suelos.
El segundo componente que presenta en mayor cantidad es el hidrato de carbono, cerca de los 10 g por cada 100 g de producto.
Esta parte es la que tiene función energética, aportando unas 40 kcal por cada 100 g.
Casi la mitad de estos hidratos son azúcar natural del alimento.
Actividad funcional
La zanahoria es fuente de beta-carotenos, sustancia fitoquímica que el cuerpo usa como vitamina A para realizar sus funciones metabólicas.
Esta implicado en la vista, el sistema inmunitario y la capacidad reproductora.
Al ser una vitamina liposoluble, no se pierde por lixiviación durante la cocción en agua, ya que el medio es inmiscible, a diferencia de lo que sucede con las vitaminas del grupo B (hidrosolubles) en este caso B3 (niacina).
Si queremos preservar las vitaminas del grupo B, la mejor técnica es la cocción al vapor, evitamos en mayor medida el contacto con el agua.
También, bien lavada, se puede consumir cruda.
La zanahoria contiene minerales interesantes en cantidades moderadas-bajas. Estos son fósforo, magnesio, yodo y calcio. Por tanto, regula la función intestinal y hormonal.
Un mejor bronceado
Los beta-carotenos son precursores de la melatonina, por lo que nos ayudan al descanso y también, nos confirma un mito muy común en la época de la primavera y el verano, nos ayuda a coger un mejor bronceado, un tono de piel más bonito e idealizado, sobretodo en tonos de piel más clarito.
Cuando los antioxidantes se vuelven oxidantes
Una hipervitaminosis, exceso de vitamina A, es perjudicial para nuestro organismo, el hígado sufre mucho, produciendo daño hepático.
Un estudio de importancia, demostró que dosis altas de vitamina A junto con el tabaquismo, un hábito de relativa frecuencia, aumentaba muchísimo el riesgo de padecer cáncer de pulmón, así como otras complicaciones derivadas del consumo de tabaco en este órgano diana, entre otros.
Cuidado con los suplementos y la medicina ortomolecular, medicina alternativa pseudocienífica basada en la ingesta de grandes cantidades de vitaminas mediante suplementos.
PÓDCAST: Aragón Radio
PROGRAMA: “Escúchate” del martes 3 de marzo de 2020
NUTRICIÓN: La zanahoria.
LUIS GARCÍA RIOJA
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