“No vuelvo a tomar alcohol“
Es muy común que, durante épocas de festividades, saquemos a la mesa nuestros mejores vinos, cavas y licores, para alegría de nuestros comensales.
Disfrutar de ellos con familiares y amigos en fechas especiales forma parte de nuestra cultura gastronómica y nuestro carácter social mediterráneo.
Brindar con una copa en la mano se vuelve algo recurrente en nuestras reuniones.
El tema de hoy va enfocado a aquellas personas que no están acostumbradas al alcohol y que por motivos así, se atreven con unas cuantas consumiciones… lo que toda la vida se ha conocido como “una vez al año no hace daño”. Tal vez quien enuncia esta frase hecha no se acuerda de lo que significa la resaca. Os lo recordamos.
Si tras abrir los ojos ante un nuevo día sentimos dolor de cabeza, nauseas, sudores fríos, fatiga, gastritis… en resumen, la antes nombrada resaca, significa que, indudablemente, nos hemos excedido consumiendo alcohol.
La primera necesidad que siente el ser humano es la de encontrar algo que pueda revertir esta situación, acudimos a la cocina en busca de algo liquido, seguido de algo solido que ingerir.
Sentirnos tan mal es la consecuencia de padecer deshidratación, alteraciones hormonales, toxicidad en la sangre, cetosis, desajustes en la comunicación intercelular, desgaste de órganos encargados de metabolizar y excretar…
Gracias a una correcta hidratación y algunos trucos, podemos paliar tal desajuste.
Es importante dejar al hígado que descanse, ya que ha tenido que lidiar con el alcohol, usando la enzima alcohol deshidrogenasa.
Empecemos por hidratarnos
El alcohol deshidrata porque inhibe la hormona antidiuretica.
Beber agua en abundancia o zumo de naranja antes de acostarnos e inmediatamente después de levantarnos, es nuestro primer gran consejo.
El zumo de naranja contiene gran cantidad de vitamina C, la cual es necesaria para que el hígado metabolice el alcohol, además nos hidrata. En caso de no tener zumo, beber agua en abundancia paliara los síntomas de malestar propios de la deshidratación.
Es mejor aun, beber buena cantidad de agua y comernos una naranja entera o un par de mandarinas. Evitaremos así el exceso de azúcar, ya que las bebidas alcohólicas contienen mucha cantidad en su composición.
La leche suele calmar la gastritis, además contiene cisteína, un aminoácido que evita el malestar. Un yogur también sirve.
Debemos recuperar potasio, uno forma sencilla es comer un plátano, aporta el potasio y vitamina B6 que interviene en el metabolismo del alcohol.
El almuerzo con huevos, típico de nuestra cultura popular en época de festejos, nos ayuda aportando vitaminas B2, B6 y B12 para metabolizar el alcohol.
Falso mito:
El café: la cafeína engaña al cerebro porque lo espabila, pero puede agravar la deshidratación, dado que la cafeína también inhibe la hormona antidiurética. No es una solución a la resaca, es un parche.
Responsabilidad al volante
Si bebes no conduzcas. Es fácil.
Por si acaso alguien no se acuerda, queremos refrescar la memoria:
El control de alcoholemia es el único examen en el que se obtiene matrícula de honor cuando se saca un 0.
¡No lo olvidéis!
PODCAST: Aragón Radio
PROGRAMA: “Escúchate” del lunes 24 de diciembre de 2018
NUTRICIÓN: No vuelvo a beber alcohol.
LUIS GARCÍA RIOJA